El 20 de noviembre de este año se cumplirá el 150 aniversario del nacimiento de Félix Lafuente. He hecho dos propuestas para conmemorarlo; la primera que los pasteles que están invisibles en las cajoneras del Museo de Zaragoza se expongan, aunque sea en una cesión temporal, en la sala octava de nuestro Museo para que todos los conciudadanos del pintor podamos disfrutar de una colección de apuntes que nos ayudarán a entender la verdadera dimensión del pintor Lafuente.

A los que presenté en la anterior inserción añado los bocetos de las tres figuras verticales que dividen los círculos de la composición de la pieza que cuelga en el salón azul del Casino. No gastaré adjetivos porque sigo pensando que hablan por sí mismas.

invent28498

 

invent28497

 

invent28495

La segunda de las solicitudes pretende que en la rotonda de la intersección de las calles Menéndez Pidal y Félix Lafuente sea colocado un bronce del busto que vaciara en yeso su joven amigo José Bueno, un nada desdeñable escultor aragonés coetáneo del pintor oscense. (Esta propuesta se ha he cursado de momento a los los dos candidatos de los partidos hasta ahora mayoritarios, pero la haré extensiva al pleno en cuanto se constituya con independencia de los resultados del día 24).

El busto fue ejecutado sobre 1914, cuando el pintor estableció un taller de escenografía en Zaragoza con Ambrosio Ruste y se autorretrató para la revista Juventud. El paralelismo entre el dibujo de Lafuente y la escultura de Bueno es evidente.

Félixjoven2 Félixjoven