Sala de la Diputación de Huesca.
Agosto de 1970
(Presentación del catálogo)
Por segunda vez el joven artista Fernando Alvira Banzo, se enfrenta a la sala de exposiciones de la Excma. Diputación Provincial con la crítica y con el fino gusto artístico de sus paisanos.
No es casual el hecho de que busque para sus exposiciones la acogedora sala de nuestra Diputación, sino un detalle que muestra la exquisitez de su espíritu, ya que el mejor sistema de demostrar nuestro agradecimiento hacia quienes nos ayudan es hacerles partícipes de nuestros pequeños o grandes éxitos.
De notables podemos calificar los progresos de Fernando Alvira en el difícil campo de la pintura. De aquellas cualidades que apuntaban prometedoras en los primeros balbuceos de su andar por el arduo sendero del arte a esta nueva manifestación de sus logros tras haber conseguido su ingreso en la Escuela de Bellas Artes y haber hechos sus pruebas en la misma, va una gran diferencia.
Podemos observar una tendencia hacia la escuela impresionista dentro de cuyo campo se mueve. Sus campos del Somontano y del pie de la Sierra se llenan de ese color cambiante que impregna su diáfana atmósfera. Sus pueblecitos y casas parecen surgir llenos de vida y de luz del cromático cielo de sus atardeceres.
A Fernando se le da muy bien el dibujo y el retrato. ¿Por qué no nos das una muestra al óleo de esta difícil faceta?
Termino como la otra vez. ¡Animo Fernando! Y no descuides tu formación, no te dejes ganar por los elogios ni acobardar por las críticas negativas. De todo encontrarás. Tú sigue tu camino y estudia y trabaja que así llegará al trinfo total.
Virgilio Valenzuela Foved. Correspondiente de las Reales Academias de la Historia y Bellas Artes