Comienzo de nuevo. Me había enrollado malamente en una disquisición sobre cuáles son los mejores modelos, para concluir que la antigua foto de la que salió este dibujo era, para mí, un buen modelo. Llevaba ya cuatro o cinco párrafos cada vez más complejos… Pero la cosa es tan sencilla como que me quedé bastante a gusto con el resultado que se publicó en el Heraldo hace treinta años. El viejo puente de las Miguelas.