Así firmaba el joven estudiante de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid algunos de sus trabajos de clase. Entre ellos esta cabeza de yeso que considero uno de los mejores ejercicios que el oscense trazó durante su época madrileña.

cabeza   Cabría preguntarse por qué firma en ese año (curso 1887-88) como pintor escenógrafo y no como aprendiz y la respuesta parece obvia: desde su llega a Madrid, Lafuente ha asistido a las clases nocturnas y durante el día ha estado trabajado en el taller de los escenógrafos del Teatro Real, los italianos Bussato y Bonardi. En ese momento no solo se considera pintor escenógrafo sino que se plantea la puesta en marcha de un estudio de escenografía con  su compañero Amalio Fernández.

Sobre este asunto escribí un artículo en 2002 en el número 7 de la revista Flumen que puede consultarse aquí:

Félix Lafuente, escenógrafo,

Por las características de la revista las ilustraciones no pudieron ser en color. Algo que paso a remediar al menos en parte.

esce7 El recuerdo de su tierra se cuela en los bocetos para las escenografías…

esce6           esce5 esce3   Obsérvese el edificio religioso de la izquierda… y las torres del fondo. Es una recreación de la plaza de la catedral de su pueblo.

esce2 El gran hallazgo de Amalio Fernandez según la prensa (la división del espacio escénico) en una acuarela de Félix Lafuente trazada algunos años antes…

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