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Los retratos pertenecen a la exposición  Paisajes viajados en la sala de la bodega de Enate en 2005 y a la itinerante Cuaderno de la Litera a su paso por Binéfar en 2014. Una década que he resumido para el catálogo de la exposición en el Palacio de Villahermosa con el texto que acompaña a esta entrada.

Las pinturas, un tríptico de aquella exposición que acabó recalando en el Museo de La Laguna de Sariñena, y la pieza que ahora mismo está en el caballete.

expoenate

 

 

2005-2014. UNA DÉCADA

Sin prodigios pero con un permanente ejercicio del dibujo y de la pintura. Esa ha sido para mí la década que coincide con la que el Centro Cultural IberCaja del Palacio de Villahermosa celebra este año.

Comenzó en 2005 con la exposición en la sala que la bodega Enate tiene en sus instalaciones de Salas Bajas. En ella mostré algunas de las pinturas de mayor formato entre las que componían la serie de los Paisajes viajados que aunque debía concluir al llegar a la pieza número cien, como las anteriores, ha permanecido en mi trabajo y parece que no tiene intención de bajar de los caballetes del estudio.

Siguió la década durante 2006, en la sala Montsequi de Madrid en la que a los paisajes viajados se añadieron piezas de la serie El parque, el jardín, en la que trabajé y sigo trabajando desde tres espacios: el parque de Huesca, el granadino Carmen de la Victoria y el jardín que la familia cuida en Castelldefels.

Ese año expuse también en Huesca, en La Casa del Pintor con piezas de la nueva serie.

Pero quizás la muestra más querida de ese año para mí fue la del Museo Nacional de dibujo Julio Gavín Castillo de Larrés en la que mostraba dibujos incluso anteriores a mi primera exposición en 1968 y que titulé Dibujos de una vida.

2007 fue el año en que expuse por primera vez en La Litera, que se ha convertido como en mi segunda patria. En Peralta de la Sal y en San Esteban, pinturas y dibujos respectivamente.

La sala de la UNED de Calatayud fue el espacio, el gran espacio, en el que expuse en 2008. Pinturas de las series en las que sigo, y algunas telas de años anteriores. Un espacio complejo en el que las telas se encontraron muy a gusto.

El siguiente año, en las dos salas del Centro Cultural del Matadero de Huesca se compuso la muestra Paisajes viajados, en la que convivieron piezas de hasta seis metros con otras elaboradas sobre pequeñas cajas de madera. Como decía Antonio Saura la belleza no depende del tamaño sino de la intensidad.

Acudí ese año a la feria internacional de Bolzano, Kunstart2009, con piezas de esa misma serie.

Y participé en una colectiva producida por el Museo de Larrés, muy bien acompañado, que itineró entre otros espacios en el zaragozano Palacio de Montemuzo: Desde el norte.

La itinerancia de esa muestra por diversas ciudades aragonesas fue la única exposición de 2010.

En 2011 se produjo Ilustraciones para Cuentos y leyendas, de Ramón J. Sender que comenzó en la librería La Anónima de Huesca pero visitó en los meses posteriores Sariñena, Monzón y Binéfar, entre otros.

En la sala de la UNED de Barbastro se presentó una colección en modo retrospectivo: Somontanos. Los somontanos han sido de siempre asunto de mi pintura, tanto los de Huesca como los de la capital del Vero.

La primera individual en el palacio de Villahermosa me lleva a 2012; con el título Cuadernos de viaje presenté sesenta notas a la acuarela, de las que ejecuto en el campo y que denomino últimamente acuarelas de capó. Temas de la Hoya de Huesca, el Somontano de Barbastro, Los Monegros, El Cinca Medio o La Litera, además de algunas del Cuaderno de Tenerife. También expuse en algunas colectivas como la del Centro Cultural Galileo de Madrid que unió a Críticos y Artistas.

2013 inició la itinerancia del Cuaderno de la Litera por las salas municipales de la Comarca, producida por el Centro de Estudios Literanos CELLIT.

Itinerante que ha seguido a lo largo de los meses del pasado año visitando Altorricón, Binéfar, Peralta, San Esteban, Baldellou…

También expuse en 2014 en el Palacio de Montemuzo una muestra de las series en las que trabajo, Paisajes Viajados y El parque, el Jardín que se completó con algunas telas de la serie que me ocupa en los últimos meses, centrada en el espacio de los Monegros.

Lo dicho: tal vez no haya sido una década prodigiosa pero ha sido, sin duda, una década de trabajo sin más pretensiones que el ejercicio de los procedimientos que aprendí de los profesores y de los compañeros de clase en la Escuela de Bellas Artes San Jorge de Barcelona y lo que he seguido aprendiendo a lo largo de los años de los colegas y de los alumnos. La actual muestra quiere ser un resumen de mis intentos de los diez últimos años en el campo de la pintura.

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