Recorrer la provincia, en los ochenta, supuso que en el marcador del Simca1200 cayeran los primeros cien mil kilómetros; que nos perdiéramos con Julio con cierta regularidad por carreteras secundarias y caminos, e hiciéramos algunos trechos innecesarios de vez en cuando.
Pero sobre todo supuso conocer a muchas buenas gentes. Como la familia Viu, en casa de Don Blas, en Sarvisé, cuyo recorte de Heraldo he encontrado estos días de organizar el primer caparazón, después de entregar las notas, mientras acabo la biografía de León Abadías y leo una tesis que se defiende en Bilbao el día 20 y que me está gustando bastante.