Poder ver simultáneamente dos momentos de un mismo cuadro es de utilidad, en ocasiones, para el pintor. Es el caso de este Ballobar desde la huerta de Luis que cuelga en el salón de plenos de la localidad como depósito de la Colección Magda Juan por ejemplo.
Pese a que inicialmente me declaré enemigo total de los sistemas digitales, he de reconocer que el paso de los días me ha hecho apreciar ese tipo de fotografía que permite, por ejemplo, esa simultaneidad sin demasiado esfuerzo.