Una de las primeras pinturas que recuerdo de mi juventud es el óleo de José Beulas de la calle de Palacio que colgaba en la pared de uno de los despachos del Ayuntamiento; creo recordar que en la intervención -tan protagonista el servicio en estos tiempos que corren…- por la que pasé en ocasiones acompañando a mi padre cuando se encargaba e las brigadas municipales.
Uno de los primeros óleos que pinté en el verano de 1968 fue precisamente la calle de Palacio desde el mismo punto de vista que había tomado el que considero uno de mis mejores maestros. Luego trabajaría el tema con una de las cien aguadas de tinta china que utilicé como invitación de boda en 1977, y retomé de nuevo el tema para la serie de Rincones para el Recuerdo. También usé el asunto para una serie de serigrafías que iluminé posteriormente con acuarela. Sin duda una de mis imágenes preferidas.
