En el extraordinario de San Lorenzo de año 1983, aparecieron -además de la portada- algunos dibujos de rincones de la ciudad de Huesca. Los bauticé con el nombre de Rincones para el recuerdo y el primero de ellos fue la ermita de Las mártires.
La segunda quincena de septiembre Huesca se cerraba prácticamente del todo y resultaba más complicado llenar los espacios que el Heraldo dedicaba a la provincia con el nombre de Huesca al día; los dibujos encontraban un acomodo más fácil por lo que preparé una pequeña serie de ellos con temas de la ciudad que luego reproduciría en una carpeta que haría el número 11 de las de los Rincones.