Este domingo pasado mi hermano Julio, en su sección dominical de Diario del Alto Aragón, publicaba un artículo sobre Campol. Una de las ilustraciones que lo acompañaban era el dibujo que tracé en 1991 tomando como modelo el que se publicó en el Heraldo de Aragón el 2 de marzo de 1984. Al parecer ahora mismo casi no queda piedra sobre piedra en ese núcleo que formaba parte de la Honor de la Solana a mediados del siglo XIII. El tiempo constituye sin duda la peor de las invasiones bárbaras… Cuando lo visitamos en los ochenta, todavía guardaba signos de haber estado habitado.

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