La Colomina. (Mont de Roda)

Del Cuaderno de viaje de mi hermano Julio:

Volvemos a la A-1605 y enseguida llegamos a La Colomina. Una vivienda de grandes dimensiones y una iglesia adosada a una de sus fachadas laterales componen el conjunto más destacado en una explotación agropecuaria de larga tradición. Gloria sale de su casa y da cuenta de lo más des tacado del conjunto.
Nada más entrar en la capilla llama la atención la pila del agua bendita. Lleva la firma de su promotor: «Joseph Bergua vicario de Tolva hijo de esta cassa hizo hazer esta pila. Año 1699». Tiene también pila bautismal. Está fechada en 1703. Aunque no tenía categoría de parroquia, actuaba como tal, porque se realizaban todas las ceremonias religiosas para los vecinos de las casas del entorno, incluyendo la existencia de cementerio junto al templo.

Más fechas. Sobre la puerta principal de la casa figuran un escudo y el año 1724. En dos ventanas de esta misma fachada, 1726. La vivienda tiene todos los elementos necesarios para una vida independiente. Incluso hay un manantial de agua bajo las bodegas.

Pero los tiempos obligan a nuevas acciones. Así, en dos espacios que antaño tenían que ver con la actividad cotidiana de la casa hay instalado ahora un comedor don- de se ofrece comida tradicional y casera gozando de prestigio por su oferta de calidad. Ha sido punto de referencia gastronómica durante muchos años.

Y usted siendo de Huesca, ¿nunca había estado aquí? Gloria me mira con extrañeza. Lo lamento, no me queda más remedio que reconocerlo. Haí́a pasado muchas veces, pero nunca había parado. Luego me detalla una larga lista de personas de Huesca que han parado aquí a comer.

Es curioso. En La Roca y La Colomina, junto al río Isábena, hubo molinos de aceite y harina. Con el tiempo, en el segundo de ellos, la actividad industrial complementaria a la agropecuaria ha sido un restaurante. Otro domingo seguiremos por tierras de Mont de Roda.