Visité a Beulas para llevarle el catálogo de la exposición de Montemuzo. Lo tuvo media hora larga entre las manos, dándome consejos y haciendo comentarios sobre mi pintura. En los treinta y tantos años que hemos compartido intereses e incluso proyectos nunca había empleado tanto tiempo en hablar de mi trabajo de pintor.
No renuncio a considerar que debo a su modo de entender la pintura una parte importante del mío. Lo considero tan maestro como cualquiera de los que tuve durante los estudios de Bellas Artes en Barcelona. Esta ha sido la lección magistral más completa que he recibido de él y este uno de los cuadros que recibió algunos elogios por su parte.

Elpueyo de Barbastro