Cuando a mediados de los noventa inicié la serie de los Paisajes viajados, que tenía que tener cien piezas como el resto de las series hasta ese momento, no sabía que ese binomio se iba a convertir en el eje fundamental de mi pintura. No solo porque ya son más de mil las piezas que responden a ese nombre sino porque iba a dar encabezamiento a la página web en la que pensaba dejar constancia de mi trabajo como pintor. Ya no hace falta ni que el formato sea diferente, el paisaje viajado ha entrado también en las acuarelas de formato A-3 y A-4 en el que pinto desde hace unos meses una acuarela al día por lo menos. Como esta aguada desde el AVE, camino de Madrid.