De Goya-6
De Goya. Aguada de tinta china sobre papel Canson de 90 gr. para bocetos. 21 x 29,7 cm.
De Goya. Aguada de tinta china sobre papel Canson de 90 gr. para bocetos. 21 x 29,7 cm.
De Goya. Carbón sobre papel. Tamaño Din A-4. 1975 No todos los ejercicios que realicé hace cuarenta años ni todos los que he trazado en los últimos meses son producto de Los desastres de la guerra. Como este Consejo de sabios, de la primera etapa del proyecto, hace unas décadas.
Se va acercando la exposición el Museo de dibujo del Castillo de Larrés que se inaugura el viernes día 3 de agosto. No sé si esta plumilla y aguada de tinta sepia estará seleccionada para la exposición (algo que ha decidido el director del Museo) pero sí sé que fue una de las primeras que tracé desde Goya pensando en los desastres de la guerra y que, pese a llevar la firma datada en 1978, con toda probabilidad es algunos años anterior. (Me encantaría recordar porqué decidí firmar ese año muchas de las obras que había trazado Barcelona, antes de mi vuelta definitiva a Huesca, en del verano de 1976)
Y una de las últimas. Tinta china. Carbón y barniz americana sobre papel Ingres. 100 x 70 cm. Desde la estampa 12: "Para eso habéis nacido"
Uno de los dibujos más antiguos de la serie que he retomado sobre Los desastres de la guerra, es esta plumilla firmada en 1978, tomada de la estampa número 5 "Y son fieras". En realidad es algo más antigua en el tiempo, como unos cinco años, cuando usaba tinta sepia para las plumillas, como parte del trabajo emprendido en clase de Historia del Arte con Rafael Santos Torroella. Dibujos que tenían como tema algún elemento de los grabados con los que el genio de Fuendetodos dejó constancia perpetua de la imbecilidad que supone la guerra; cualquier guerra. No creo que Goya actuara como notario de unos determinado acontecimientos por más que algunos de ellos tuvieran como escenario enclaves muy próximos a su residencia. Lo hacía
El 18 de diciembre de este año se cumplirán 50 años de mi primera exposición individual en el pasillo que daba acceso al salón de plenos en el antiguo palacio de la Diputación de Huesca. Para celebrarlo he pensado varias exposiciones y comienzo con una de dibujos que toman como tema la serie de los desastres de la guerra de Goya. Que la muestra cuelgue en las paredes del Museo Nacional de Dibujo Julio Gavín- Castillo de Larrés me produce una satisfacción especial, sobre todo por el recuerdo de Julio. Cuando me jubilé hace tres años me impuse realizar un dibujo diario, al menos, de la serie Rincones del Alto Aragón que, de momento está parada frente a esa pequeña empalizada que es el número
Revolver papeles, en un nuevo e inútil intento de ordenarlos, te puede producir efectos secundarios agradables. Me ha pasado esta mañana con unas carpetas con documentación para una de las reuniones de uno de los grupos que desde hace años ha pretendido esclarecer la situación y el futuro de los estudios universitarios en Huesca : el bautizado con el categórico nombre de Patronato del Estudio General. Que como apelativo, desde luego, queda de pistón. A lo largo de los últimos treinta años he asistido regularmente a las irregulares reuniones del Patronato (irregulares solo si atendemos a la frecuencia, claro) primero como invitado en mi condición de director de la Escuela Universitaria de Magisterio y los últimos dieciocho como miembro del Patronato dado que dirijo el
La exposición de este mes en la sala de la Fundación CAI en Huesca Dibujos de una vida, traza un recorrido por los últimos cincuenta años de mi producción, en una de las facetas que siempre he considerado fundamental para un pintor, con independencia de la tendencia en la que se sitúe: el dibujo. Comencé muy pronto (si no conseguidor de excelencias, he sido abundante y atrevido...); la exposición actual se inicia con tres de los primeros dibujos que expuse en la sala de la Diputación de Huesca del 18 al 28 de diciembre de 1968, con el patrocinio del entonces Instituto de Estudios Oscenses, de la mano de Virgilio Valenzuela. Este es el retrato de Rosa, cuando todavía firmaba Nando...
La mayor parte de las cosas que aprendemos en esta vida, desde el minuto cero, tienen su fundamento en la copia y en la repetición. Los modos, el lenguaje, los errores... por eso me parece bastante estúpida la defensa de una originalidad a prueba de crítico a la hora de expresarse mediante cualquiera de los lenguajes artísticos. Aunque reconozco que es lo que hay y que epatar al personal parece haberse convertido en el único camino para lograr el reconocimiento artístico, sigo prefiriendo el sistema de la copia y el error para el aprendizaje del lenguaje de las imágenes. Ahora vuelvo a intentarlo y lo hago retomando el momento en que tuve que dejar de aprender la pintura para dedicarme a enseñar lo que podía. Por eso he vuelto a la copia