A veces paras en seco (incluso pintando acuarela…) y piensas que ya no es necesario nada más. Ayer sin ir más lejos me dio esa sensación con esta pieza, aguada sobre papel fabricado a mano, de 21 x 30 cm., tomada en el cauce del río Ésera, en el valle de Benasque. No siempre consigo parar, pero en este caso lo hice. Lo que no garantiza que no padezca un segundo ataque dentro de un tiempo…